Alteraciones genitourinarias de los Hombres

Balanitis


La balanitis (del griego βάλανος, «bellota», en relación a la forma del glande; e -itis, inflamación) es la inflamación del glande del pene. Cuando también se afecta el prepucio, se denomina balanopostitis.


Etiopatogenia


La inflamación se puede deber a una infección (de tipo bacteriano, micótico o viral), pero también podría deberse al uso de jabones inadecuados (irritantes). Por otra parte, la balanitis puede ser un síntoma de otras enfermedades inflamatorias o dermatológicas, como el síndrome de Reiter y el liquen escleroatrófico. La falta de aireación e higiene pueden hacer que el esmegma produzca inflamación y edema. La multitud de causas hace que se requiera un tratamiento específico para cada una.1


Circuncisión


Algunos estudios indican que la balanitis es más frecuente en varones sin circuncidar. Sin embargo, Van Howe encontró casos de balanitis sólo en varones circuncidados.7 El estudio de Van Howe fue criticado por la poca cantidad de varones circuncidados incluidos en el mismo.

Higiene genital


Muchos estudios sobre la balanitis no estudian la influencia de los habitos higiénicos genitales del paciente. Sin embargo, O'Farrel describió que la falta de lavado completo del pene, incluyendo la retracción del prepucio en varones sin circuncidar es más común en pacientes con balanitis.8 No obstante, Birley encontró que el «excesivo» lavado genital con jabón podría ser un factor contribuyente de balanitis.9


Epidemiología


Escala y Rickwood examinaron cien casos de balanitis infantil en 1989, y concluyeron que el riesgo en sujetos sin circuncidar no excedía el 4%.10 Øster describió la ausencia de balanitis en la observación de 9545 varones daneses sin circuncidar.11 En niños que aún utilizan pañales, es necesario distinguir la posible balanitis del eritema normal causado por la dermatitis.12


Mientras que cualquiera puede desarrollar balanitis, es más probable que ocurra en varones que tienen un prepucio más estrecho, en los que es difícil retraerlo y mantener una higiene correcta. La diabetes, especialmente si la glucemia está mal controlada, es un factor de riesgo de balanitis.


Diagnóstico


El diagnóstico incluye una buena anamnesis y una exploración cuidadosa, conociendo los hábitos higiénicos, sexuales y culturales del paciente. Una posibilidad más avanzada es la biopsia.


Fimosis
La fimosis (del griego phimos φῑμός) es una anomalia de los anexos cutáneos del pene que altera la mecánica de este órgano. La fimosis se debe a la estenosis del orificio prepucial que impide la retracción completa del prepucio para dejar el glande descubierto, activamente durante la flacidez del pene, o pasivamente durante la erección.


O aún más simple, la fimosis es la estrechez del prepucio, vale decir, el glande no se puede descubrir. Lo normal es que el glande pueda descubrirse para poder asearlo en estado flácido y para tener relaciones sexuales placenteras.


Si no se puede retraer completamente el prepucio hasta detrás del glande, entonces habría fimosis. No todos los prepucios se retraen automáticamente al experimentar una erección del pene. Si se puede hacerlo manualmente, no se tiene fimosis.



Suele tener varios grados, desde una estrechez dolorosa durante la erección que deja descubrir el glande, hasta una estenosis puntiforme que dificulta hasta la micción.



Se cree que la causa de la fimosis es congénita, pero también puede ser debida a retracciones forzadas del prepucio de los bebés durante su higiene por los padres, que crea anillos fibrosos en el prepucio y adherencias balanoprepuciales.


En los adultos las causas de fimosis suelen ser variadas, la balanopostitis crónica o recidivante, sobre todo en diabéticos, balanitis xerótica obliterante y traumatismos (directos, actos sexuales violentos, manipulaciones urológicas).


Fimosis y parafimosis


Hay que diferenciar la fimosis de la parafimosis urgencia urológica producida por la inflamación o edema del prepucio, que impide el recubrimiento del glande tras su retracción forzada y que produce una constricción o estrangulamiento del glande por un anillo del prepucio que se ha retraído, con riesgo de necrosis del glande, que puede ocasionar su pérdida. Es relativamente frecuente en adultos con sondaje urinario y en niños tras sus primeras manipulaciones peneanas.


La peor complicación aguda es la parafimosis. En esta situación aguda, el glande está hinchado y adolorido, y el prepucio se encuentra inmovilizado por la inflamación, en una posición parcialmente retraída. La parte proximal del pene sigue flácida. La parafimosis es considerada una emergencia.


Complicaciones de la fimosis


• Coito doloroso: debido a la falta de deslizamiento del prepucio sobre el glande y el pene.


• Balanitis: es la infección del pene, debido a la acumulación de esmegma en el espacio balanoprepucial.


• Infecciones de orina: si la infección del esmegma asciende por la uretra.


• Problemas en la micción: que oscilan desde disuria, hasta retenciones agudas de orina de repetición y que requieren sondaje urinario.


• Adherencias balanoprepuciales: es la unión del prepucio con el glande, que complica más la fimosis y que pueden estar presentes en ausencia de fimosis.


• Cáncer de pene: es una complicación rarísima, con una incidencia menor de 1/100.000 varones al año, que puede ser debida a la persistencia de fimosis después de la pubertad.1


• Parafimosis: se da cuando el glande pasa de forma forzada a través de un anillo fimótico estrecho, a continuación se edematiza, se inflama, y no puede regresar a la posición normal. Los cambios inflamatorios progresan en la parte retenida bajo presión (glande) y no cesarán hasta su reducción manual o quirúrgica. Debe evitarse con una manipulación adecuada ante la existencia de fimosis.


Tratamiento de la fimosis


Generalmente la fimosis se trata con la circuncisión médica, realizada por un urólogo en condiciones de asepsia y con el material quirúrgico necesario.


Se suele realizar a partir de los tres años de edad, pues antes, la mayoría de las estrecheces prepuciales son reversibles. Después de los tres años, el propio niño en su higiene diaria y más tarde con la masturbación, permite la solución de la mayoría de las supuestas fimosis.


Antes de recurrir a la circuncisión, el tratamiento con corticoides tópicos indicados por el pediatra a partir de los tres años durante unos dos o tres meses y con la ayuda de retracciones suaves puede solucionar la fimosis.


El 2% o menos de los varones adultos que padecen fimosis, podría reducirse aún más, ya que el tratamiento carece de riesgos en la mayoría de los casos, porque no siempre es necesaria la circuncisión.


Macrofalosomia


Se conoce como macrofalosomía (también llamada a veces macropene) a la condición genética de algunos hombres que poseen un pene de muy grandes dimensiones, mucho más de lo que se consideraría lo "normal" para el común denominador de los hombres.Principalmente éste término se aplica al pene en estado de erección, pero de igual modo también alude a un pene de gran tamaño estando en estado flácido o de reposo.


Algunos consideran erróneamente a la macrofalosomía una enfermedad como tal, llegando a relacionarla inclusive con la elefantiasis y la acromegalia, siendo ésta (la macrofalosomía) solo una mera condición genética y por ende, dependiente única y exclusivamente de los carácteres sexuales heredados por el indivuduo a través de sus progenitores. Es sólo en casos muy excepcionales de hombres macrofalosómicos que sí se le puede llegar a considerar como una enfermedad por sí mismo cuando el individuo en cuestión, siendo ya un hombre adulto (no-adolescente) sigue presentando un lento y progresivo crecimiento del pene a lo largo del tiempo, pero en estos casos muy particulares, el crecimiento peneano post-pubertad no se debe de ningún modo a causas genéticas, sino más bien esto obedece a un desorden de carácter hormonal, ubicado a nivel de la glándula Hipófisis, la cual es responsable—entre otras cosas—de controlar el crecimiento de cada una de las partes del cuerpo.


Recordemos que el crecimiento del pene y del cuerpo en general cesa al finalizar la adolescencia, esto es, en los varones, aproximadamente entre los 18 y 20 años de edad; cualquier crecimiento peneano que se produzca más allá de éste período de tiempo se considera ya como anómalo y debe ser atendido por los especialistas médicos pertinentes, valga decir, sexólogos o endocrinólogos.


En algunos casos de hombres macrofalosómicos con tamaños de penes realmente muy exagerados, la realización del acto sexual resulta sumamente incómodo para ambas partes de la pareja, tanto para el hombre por la imposibilidad de llegar a penetrar a fondo a su pareja como para su pareja, por la incomodidad y el dolor que produce la penetración en sí. La mayoría de éstos individuos se ven obligados a mantener coitos en ciertas y determinadas posiciones muy inusuales y, tratando en la medida de lo posible, el evitar las penetraciones muy profundas, así como también el abstenerse en realizar coitos con embates copulatorios muy energícos, lo cual conduciría obviamente a una relación sexual por demás, molesta y dolorosa.


Micropene

Un micropene (microfalosomía) es un pene con longitud sumamente corta. Se considera micropene a aquel pene que no supera los 7 centímetros en erección; según la distribución gaussiana, un 0,6% de los penes se categorizarían como micropenes. La condición generalmente se reconoce poco después del nacimiento, cuando el pene flácido estirado mide menos de 1,9 cm. de la base hasta el punto. Este término médico se usa normalmente cuando el resto del pene, el escroto y el perineo, está bien formado, sin ambigüedad con otras condiciones.


La condición opuesta a la de micropene, es lo que se conoce como macrofalosomía, la cual consiste en individuos con un desmesurado tamaño del miembro viril


Causas
Existen varias causas para esta afección. Como se define estadísticamente, una gran proporción de los hombres con micropenes son simplemente normales, solo que poseen un pene de menor tamaño.


Entre las causas asociadas a los micropenes, la mayoría están condicionadas a la ineficacia o falta de andrógeno prenatal. Esto puede ocurrir bajo los siguientes cuadros: desarrollo anormal testicular (disgénesis testicular, síndrome de Klinefelter, Hipoplasia de las células de Leydig), defectos específicos de testosterona o dishidrotestosterona, síndrome de insensibilidad andrógena, estimulación pituitaria inadecuada u otras formas de hipogonadismo. Los micropenes también pueden ocurrir a causa de muchos síndromes genéticos de malformación que no tienen que ver con los cromosomas sexuales. A veces es una indicación de una deficiencia de la hormona del crecimiento congénita o del hipopituarismo congénito. Finalmente, se ha identificado un gen (HOX9) que afecta el tamaño del pene sin que exista de por medio ninguna anormalidad hormonal detectable.


Los afectados generalmente consultan a un endocrinologista pediátrico. Después de una evaluación para detectar cualquiera de las condiciones descritas arriba, los micropenes frecuentemente se pueden tratar con inyecciones de varias hormonas durante la infancia del afectado.


La mayoría de los niños entre 8 y 14 años referidos por micropenes presentan las siguientes características.


1. Un pene encubierto por grasa suprapúbica.


2. Una figura de cuerpo grande, por lo que un pene prepubertal simplemente parece anormalmente pequeño.


3. Un retraso de pubertad, con toda esperanza de crecimiento.


Tratamiento
Se han diseñado y ejecutado una variedad de técnicas quirúrgicas pero éstas, generalmente, no tienen un resultado lo suficientemente exitoso como para adoptarse como una técnica ampliamente aceptada.


Existen casos extremos de micropenes, apenas se puede distinguir el pene, y las glándulas parecen estar directamente conectadas con la piel del pubis. Desde la década de 1960 hasta finales de la década de 1970, no era escaso que se recomendara una operación de cambio de sexo. Esto era especialmente probable en los casos que se dudaba de la eficacia de inyecciones de testosterona. Si los padres aceptaban, el niño se operaría y sería considerado como una mujer. Se realizaría entonces una cirugía para suprimir los testículos y para formar una vagina artificial.


Esto se basaba en tres conceptos:


1. Que la identidad sexual y las diferenciaciones sexuales eran de incumbencia de la sociología del individuo, y no tanto así de la biología (un postulado primario de una cierta ideología académica feminista y liberal en los años 70).


2. Que un macho con un pene demasiado pequeño para penetrar una hembra, no encontraría un lugar social y sexual en la sociedad.


3. Que una vagina funcionalmente aceptable se podría construir quirúrgicamente.


La organización más conocida por emplear esta técnica fue el Hospital John Hopkins que realizó 12 de estas operaciones entre los años 1960 y 1980. A mediados de la década de 1990, esta operación se ofrecía con menos frecuencia y cada uno de los tres conceptos se había descartado. Los pacientes que quedaron severamente insatisfechos con esta técnica, al llegar a la edad adulta, promovieron el veto a esta práctica. Como resultado, las operaciones de cambio de sexo son muy escasas como solución al problema.


Uretritis
La uretritis es una inflamación (irritación con hinchazón y presencia de células inmunes adicionales) de la uretra (el conducto por el que se elimina la orina del cuerpo) que puede continuar durante semanas o meses. También se la conoce con el nombre alternativo de síndrome uretral.


Causas, incidencia y factores de riesgo


La uretritis crónica es por lo general causada por una infección bacteriana o por un problema estructural (estrechamiento de la uretra). También puede estar asociada con diversas enfermedades sistémicas, entre las que se incluyen trastornos emocionales, y puede presentarse tanto en el hombre como en la mujer.


Los principales síntomas de la uretritis: micción dolorosa y aumento de la frecuencia urinaria, son bastante comunes. Entre las personas que experimentan tales síntomas, del 50% al 75% tienen una infección bacteriana, por primera vez o recurrente, de la uretra o la vejiga (cistitis), hasta el 10% son mujeres con vaginitis y el resto son hombres o mujeres con síndrome uretral (con síntomas presentes sin evidencia de infección bacteriana).1


Entre el grupo de posibles agentes causales se incluyen organismos que causan una variedad de enfermedades de transmisión sexual. Asimismo, las enfermedades de transmisión sexual como infección por Clamidia spp. y gonorrea pueden causar uretritis.


Otro organismo bacteriano común que puede ser responsables de esta enfermedad es la bacteria E. coli, responsable de las infecciones del tracto urinario. De igual manera, los productos comunes de higiene personal, especialmente los productos femeninos, pueden producir uretritis química crónica.


Epididimitis


La Epididimitis es la inflamación del epidídimo. El epidídimo es un tubo que rodea y se adhiere al testículo y lo comunica con los vasos deferentes. Este tubo almacena y transporta el esperma producido en los testículos.


Síntomas


Los síntomas pueden ser :
* Sangrado por el pene
* Dolor al eyacular,
* Eyacular con sangre
* Ardor al orinar
* Secreciones por el pene
* Dolor en los testículos
* Dolor pélvico
* inflamación del escroto.


Causas
La Epididimitis puede ser causada por infecciones de la próstata, la uretra o la vejiga, por infecciones producidas por enfermedades de transmisión sexual, como gonorrea o clamidia, por la bacteria E.coli o el Microbacterium Tuberculoso.


La Epididimitis también puede ser causada por algún medicamento, como por ejemplo, Amiodarona, un fármaco indicado para la arritmia.


Tratamiento
El tratamiento consistirá en antibióticos orales o inyectables, como pueden ser Trimetoprim 160 mg y Sulfametoxazol fuerte 800 mg, 2 veces por día durante 10 días. Eso queda a criterio del médico que es el único capacitado para diagnosticar y recetar.


Generalmente también se indica reposo en cama, aplicación de hielo y usar alguna prenda que sujete y eleve los testículos.


Es posible que el médico también recomiende analgésicos y antiinflamatorios.




Priapismo
El Priapismo es una erección del pene, sostenida involuntariamente durante muchas horas. Se presenta sin que haya ocurrido ningún estímulo sexual y generalmente va acompañada de dolor.


Una de las características del priapismo es que el cuerpo del pene queda erecto pero el glande (cabeza) se mantiene blando.


Otra característica es que aún manteniendo una relación sexual la erección no desaparece.


La sangre entra al pene pero luego no retorna como sucede normalmente.


Las causas del priapismo pueden ser varias, una oclusión venosa, disfunciones neurológicas, leucemia, lesiones en la médula espinal, inflamación de la uretra. También pude deberse a traumas, al consumo de alcohol y marihuana o al uso de inyecciones intracavernosas para tratar una disfunción eréctil.


Ante una erección prolongada por más de 2 o 3 horas se debe concurrir inmediatamente a un centro médico ya que el priapismo puede tener graves consecuencias.


MAS INFORMACION EN:
http://www.hombreysalud.com/

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